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ROLSER, la solución inteligente para la compra sostenible.

Rolser, la solución inteligente para la compra sostenible. El carro de la compra que cuida del planeta.

Cuatro años después de la entrada en vigor del cobro obligatorio por las bolsas de plástico, los españoles seguimos usando cerca de 180 bolsas por habitante y año, pero es cierto que estamos más concienciados con el medio ambiente y que los hábitos, a la hora de ir a la compra, ya han cambiado, y mucho.

 

En el 2007, cada español gastaba una media 300 bolsas de plástico al año, cifra que se ha reducido a unas 180 bolsas por habitante y año, lo que supone unos 6.800 millones de bolsas en circulación de todo tipo de grosor, situándonos cerca de la media europea, de 175 bolsas por habitante y año.

 

Pagar por la bolsa de plástico no es una medida eficiente. FACUA considera que muchos consumidores asumimos directamente el sobreprecio que supone la bolsa, ya que la cantidad es muy pequeña en relación al precio total de la compra que acabamos de realizar.

 

Los ecologistas reclaman además incentivar el uso de cualquier otro tipo de contenedor que sea reutilizable, como las bolsas de tela, mochilas, capazos o los carros de la compra. Según la mayoría de organizaciones ecologistas cerca del 20 % de las 180 bolsas de plástico que consume cada español de media al año no se reutiliza y acaba su vida como residuo contaminante. Según la Fundación Aquae, las bolsas de entre 15 y 50 micras son las más utilizadas, aunque lamentablemente también son las más contaminantes por su bajo nivel de reutilización y lento proceso de descomposición, que puede oscilar entre 100 y 500 años. Y según Naciones Unidas, cada año 8 millones de toneladas de los residuos plásticos van a parar a los océanos, son ingeridas por la fauna de nuestros mares y así es como entran en nuestra cadena alimentaria.

 

No hace falta mucha imaginación para pensar qué nos pasaría si nos tragamos una bolsa de plástico. Lo más probable es que acabemos en urgencias de un hospital con una obstrucción intestinal. 

Pero la boca de los animales marinos hace posible que se traguen estos materiales y acaben muertos de inanición o por asfixia.

 

Si somos de los que estamos concienciados con el cuidado del medio ambiente y no nos gusta usar bolsas de plástico, el carro de la compra de Rolser es la mejor opción para luchar contra el consumo desmesurado de bolsas de plástico y es la opción perfecta para hacer la compra con mayor comodidad, cuidar de nuestra salud, contribuir a la limpieza de nuestros océanos, del medio ambiente y de los alimentos que ingerimos y que provienen del mar.

Nuestra filosofía THINKGREEN.

 

En Rolser hace años que estamos muy concienciados con la sostenibilidad y con el medio ambiente. Uno de nuestros grandes valores es el pensamiento THINKGREEN. El mundo cambia y con él la realidad técnica y estética de todos nosotros. El departamento de I+D+I de Rolser no para de investigar en nuevos diseños, nuevos materiales pero, sobre todo, más sostenibles.

THINKGREEN es la meta que nos hemos planteado en Rolser para que, en un corto plazo en el tiempo, todos nuestros carros sean más ecológicos, más sostenibles y más respetuosos con nuestro entorno. 

La compra inteligente.

El carro de Rolser es el mejor sustituto al uso de las bolsas de plástico. Es cierto que algunos de los componentes de nuestros carros están elaborados en plástico, pero también es cierto que tienen una vida útil que compensa, con creces, la cantidad de plástico que tiraríamos al medio ambiente de no usar el carrito para la compra.

No solo es una cuestión de pensamiento saludable o sostenible sino también de economía. Vamos a la compra y pagamos entre 5 y 15 céntimos por una bolsa de plástico. Normalmente hacemos la compra entre 2 y 3 veces por semana y usamos en cada compra una media de 2 bolsas de plástico. Si multiplicamos esas cantidades de dinero, cada español que va a la compra se gasta una media de 31,60€ al año. Dinero por el cual podemos disponer de uno de los básicos más vendidos de la familia Rolser.

 

Nuestro objetivo para el 2030 es que todos los materiales que se usen en la fabricación de nuestros carros sean materias primas más sostenibles, materiales más respetuosos con el medio ambiente, degradables y confeccionados con telas más naturales y de composición vegetal.